Marzo es el mes de la mujer por antonomasia. El día 8 se la homenajea y aunque dicen que se ha avanzado mucho, todavía quedan algunos escollos que salvar en su lucha por la igualdad de oportunidades con el hombre.
Hoy queremos darles voz a tres mujeres con puestos de responsabilidad en Crismona, que se enfrentan a diario con esa especie de triple salto mortal de ser mujeres, madres y trabajadoras en una sociedad que todavía las mira con un poco de recelo, pero también con admiración. Son Antonia Baena Alcántara, jefa de Fábrica; Sabrina Zonta, responsable del Departamento de Exportación y Puri Baena Rasero, al frente del Departamento de Facturación, Pedidos y Logística.
Para Antonia, que ha asumido su cargo a primeros de 2022 y que lleva 45 años en la empresa, es complicado conjugar estas tres condiciones. “Hoy por hoy lo estoy consiguiendo poco a poco, aunque reconozco que está costando esfuerzo y trabajo. A lo largo de 45 años todo va encajándose, pero aún queda mucho camino por recorrer”. Sabrina asegura que “en Crismona se me ha facilitado en todo momento flexibilidad horaria, ya que se trabaja por objetivos. Por mi parte, hay un compromiso total hacia la empresa, además de una enorme gratitud para poder ejercer mi trabajo ayudándome en mi conciliación familiar”.
“Si soy sincera eso ni lo pienso. Sólo sé que estoy muy contenta con lo que hago, me gusta mi trabajo y no pienso si soy mujer, si soy madre o si soy jefa”, dice Puri. Y añade: “Así que todo el trabajo que me supone ser mujer, madre y jefa me compensa cuando veo un resultado positivo a todo mi esfuerzo personal”.
EXIGIR EL DOBLE QUE A LOS HOMBRES
Sobre esa cuestión que siempre flota en los ambientes laborales donde comparten funciones hombres y mujeres de que a ellas se les exige el doble, Antonia es firme al asegurar que “en general, a las mujeres, a lo largo de la historia, se nos ha exigido siempre más”. “En Crismona no lo he visto así. Desde que trabajo aquí siempre se nos ha tenido en cuenta y si ha habido algo que mejorar la empresa ha mostrado en todo momento una buena disposición”.
“En Crismona somos todos iguales”, afirma Sabrina. “Los mismos propietarios no dudan en arrimar el hombro cuando es necesario”.
“A mí, personalmente, no”, dice Puri. “Yo siempre desempeño mi trabajo de la mejor manera que sé, responsable, organizada, segura, dando lo mejor de mí cada día y esto requiere trabajo y esfuerzo, con lo que entiendo que no tiene nada que ver si eres o no mujer”.
ALCANZAR UN PUESTO DIRECTIVO
A las tres les hemos preguntado si es más difícil para una mujer alcanzar un puesto directivo en una empresa. Antonia es rotunda: “Sí. Y lo digo con propiedad, porque no siempre ha habido opiniones que han hecho posible que esto sea así, aun yendo en contra de la política de la propia empresa”. Sabrina es contundente: “Alcanzarlo, no; mantenerlo, sí”. Puri dice que “en la actualidad, cada vez es más fácil alcanzarlo. Se está viendo que la mujer tiene la misma valía que un hombre; no porque sea mujer no puede alcanzarlo. Cada vez hay más mujeres que tienen puestos de responsabilidad en las empresas. En la actualidad, en Crismona, la mujer tiene un papel importante en cada uno de nuestros departamentos, ya que tengo compañeras que también ejercen trabajos de responsabilidad”.
LAS FORTALEZAS DE LA MUJER TRABAJADORA
En este apartado se suceden las coincidencias. Para Antonia, están en la mayor capacidad de gestión y en la mejor optimización del trabajo. “Sencillamente por el sentido de la planificación que tenemos las mujeres. Somos más perfeccionistas y nos gusta terminar bien todo lo que ponemos en marcha”.
Sabrina asegura que las mujeres tienen en general una gran capacidad de organización y más facilidad a la hora de elegir qué tarea priorizar. Y Puri cree que la mayoría de las mujeres, a lo largo de la historia, “siempre hemos tenido una actitud emprendedora, deseos de formarnos y además hemos sido perseverantes y responsables. Tenemos talento, nos gusta compartir trabajo, trabajar en equipo, somos organizadas, sabemos compaginar el trabajo con la casa y la familia, para lograr lo que nos proponemos. Pero también podemos tener nuestras debilidades. Ser inseguras, temerosas, tímidas, asustadizas por no lograr el objetivo y ser señaladas por ser mujer. Pero poco a poco esto va cambiando y poniendo a cada uno en su lugar”.
BRECHA SALARIAL
Se habla mucho de la diferencia salarial entre hombres y mujeres, pero, ¿es verdad que se está reduciendo? Antonia dice que sí y lo atribuye al trabajo de los sindicatos, empresarios y políticos. “No obstante, hace falta un gran acuerdo de todas las partes, para que la brecha salarial desaparezca de forma definitiva y eso costará trabajo. No es normal que, en pleno siglo XXI, de media las mujeres europeas cobren un 14% menos que los hombres haciendo el mismo trabajo.”.
“Es cierto que durante mucho tiempo ha habido una brecha salarial sobre todo en los roles directivos”, dice Sabrina. “No obstante, creo que las mentalidades están cambiando. Se necesitan a profesionales que sepan defender la empresa en cada uno de sus aspectos y los empresarios saben bien que el retribuir menos a un empleado por ser mujer y correr el riesgo de perder un buen activo es una mala economía de escala”.
Puri también cree que se ha reducido la brecha si la comparamos con hace unos años. “Pero es verdad que en algunos puestos de trabajo sigue existiendo. Hay empresas donde una mujer no puede llegar a alcanzar un puesto importante ni tener una retribución igual a la de un hombre en un mismo trabajo, aunque cada vez va a menos”.
LAS VENTAJAS DE TRABAJAR EN CRISMONA
Para todas, trabajar en Crismona ha marcado positivamente sus vidas.
Antonia dice que fue una enorme suerte empezar en esta empresa siendo tan joven. ”Una empresa que era muy conocida en mi familia desde la época de mi abuelo paterno y con la que nos hemos criado. Trabajé aprendiendo y a la vez escuchando consejos para el mejor resultado de las diferentes responsabilidades que he ido asumiendo en todos estos años”.
Sabrina lleva cuatro años trabajando en Crismona. “En mi caso se me han dado todo tipo de facilidades a la hora de conciliar la vida familiar y laboral. He podido adaptar mi horario con el fin de poder llevar a mi hija a la guardería”.
Para Puri también ha significado mucho en su vida. “Además de formarme en mi ámbito laboral, porque entré al terminar mis estudios de Empresariales, también me ha formado como persona. Llegué con 25 años y ya no soy tan niña. Durante todo este tiempo he mantenido una bonita relación con todos mis compañeros, así como con mis jefes, a los que les doy las gracias por haberme dado esta oportunidad”.