Según el reciente informe de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), un total de veintitrés provincias, entre las que se encuentra Córdoba, forman parte de la “España despoblada” o “España vaciada”, como se la ha dado en llamar últimamente. Todas tienen en común haber perdido alrededor de la mitad de su peso demográfico, económico y laboral en los últimos setenta años. Es una realidad dramática con graves consecuencias sociales y económicas. Entre otros datos, el informe, denominado “La despoblación de la España interior”, constata como cada hora, cinco habitantes del mundo rural español abandonan los pueblos por falta de oportunidades.
UN OASIS LLAMADO CRISMONA
Las noticias hablan de desiertos económicos en la España rural, de pueblos donde sus empresarios deciden probar fortuna en la ciudad o deslocalizar su producción. Crismona es un oasis en medio de este páramo. Desde que empezó su andadura hace más de cien años, Crismona ha hecho una apuesta decidida por el entorno rural. Instalada en el casco urbano de Doña Mencía, la empresa es conocida y apreciada en la comarca como generadora de empleo y riqueza.
Doña Mencía es el pueblo más pequeño en territorio de la provincia de Córdoba, con una extensión de 15,22 kilómetros cuadrados. Tiene una población de 4.603 habitantes, con una edad media de 44,8 años. Como otros muchos pueblos rurales, sufre la progresiva perdida de población habiendo disminuido en los últimos 10 años un 8,1%. Esta situación tiene un impacto directo en sus datos económicos. La renta per cápita ha disminuido notablemente en los últimos años. La falta de oportunidades que esto conlleva tiene su cara más dramática en las cifras de paro juvenil, que alcanzan el 15,79%, limitando aun mas su capacidad de regeneración en el futuro.
LA CUARTA GENERACIÓN
A pesar de este panorama sombrío, Crismona mantiene viva la llama de su espíritu emprendedor con la cuarta generación al frente de esta empresa familiar que se fundó en torno al año 1904. En la actualidad Crismona y el grupo de empresas que la conforman, dan empleo en Doña Mencía a 24 personas de manera directa, con contratos indefinidos, y tiene un equipo de colaboradores externos de 8 personas. Tiene una cifra de facturación de mas de 4M de € anuales, con un crecimiento en los últimos 3 años de mas de un 14%. Aparte es un motor de empleo femenino, donde en la actualidad supone un 33% del total de su plantilla. De igual manera Crismona apuesta por la incorporación de jóvenes valores, haciendo hincapié en su formación y desarrollo profesional, con programas de tutelaje reforzados con cursos de formación. Además en los dos últimos años se ha incrementado el departamento comercial con personas de más veteranía y probada experiencia, para apuntalar el crecimiento y el desarrollo de proyectos nuevos.
Todo ello convierte a Crismona en un ejemplo de superación en estos tiempos difíciles para el entorno rural y es la prueba real de que con esfuerzo y tesón es posible un futuro mejor para nuestros pueblos. La riqueza y la grandeza de nuestra cultura rural debe estar presente cada día en nuestro trabajo y el compromiso de Crismona con su tradición y pasado se mantiene firme e inalterado. Precisamente, la dificultad añadida de no estar en el epicentro del interés económico es lo que nos impulsa a esforzarnos mas en pos de un futuro mejor.