QUÉ COMER DESPUÉS DE UNA OPERACIÓN

¿Sabía que una adecuada alimentación después de una operación será fundamental para una pronta y adecuada recuperación?  Un régimen alimentario idóneo ayudará a regenerar tejidos, fortalecerá el sistema inmunológico y activará la correcta absorción de los medicamentos suministrados. Pero, atención, si tan importante es la dieta postoperatoria, no olvidemos los pasos a seguir antes de entrar en el quirófano. Según los expertos consultados, el proceso empieza con el ayuno obligatorio. Dependiendo de la complejidad de la cirugía o intervención, se recomendará al paciente que no tome ningún tipo de líquido o sólido durante una cierta cantidad de horas.

AL PIE DE LA LETRA

Por lo general, se pide al paciente ayuno antes de la operación. Una vez realizada y sólo cuando el especialista lo indique, se iniciará la alimentación por vía oral de forma escalonada. Los especialistas insisten en que es muy importante seguir al pie de la letra las recomendaciones.

El paciente debe consumir sobretodo proteínas, frutas, verduras y granos integrales, que ayudarán a que su organismo obtenga los nutrientes que necesita.  Las comidas ricas en proteínas serán fundamentales después de la operación quirúrgica, porque fortalecerán los músculos y otros tejidos corporales.  Asimismo, contribuirán a que la cicatrización sea más rápida y efectiva.

ALIMENTOS PERMITIDOS

Aunque cada paciente deberá seguir los consejos de su especialista, hay alimentos que se pueden consumir en el período postoperatorio. A saber:  Pollo sin piel, carne magra de cerdo o de res; pescado, huevos enteros o yemas de huevo, legumbres y productos lácteos que pueden incluir quesos duros bajos en grasa o sin grasa, queso cottage, leche y yogur.

NO A LAS GRASAS

El consumo o restricción de determinados alimentos dependerá del tipo de operación quirúrgica. Por regla general, una dieta postoperatoria deberá estar libre de alimentos ricos en grasas, glucosa y ácidos, escogiendo en su lugar alternativas de fácil digestión, con algo de contenido proteico y de fibra, pero sólo en algunas ocasiones.

Este tipo de alimentación, como ya hemos reseñado, debe ser elegido y supervisado por un profesional. Será esta persona la que indicará al paciente lo que deberá comer y la cantidad de veces al día. La ingesta se debe realizar de forma progresiva, empezando por líquidos.

Pero lo que nunca debe aparecer en su lista de alimentos son los lácteos grasosos, como la crema batida o el helado rico en grasa. Si es un amante de los quesos fuertes, eche el freno y espere a su recuperación. Ni se le ocurra probar siquiera el queso azul o el Roquefort. Olvídese de las verduras crudas y las ensaladas, porque provocan gases, como el brócoli, el repollo o la coliflor,

RESOLVER DUDAS

Como no todas las intervenciones son iguales, para despejar dudas, hemos recopilado una serie de preguntas básicas que se pueden realizar al personal especializado y que nos dejarán más tranquilos.

Por ejemplo:

¿Qué tiempo debo esperar tras la cirugía para empezar la alimentación?

¿Qué puedo comer una vez que me han operado?

¿Puedo tomar leche o yogur después de la intervención?

¿Cuánto tiempo puedo esperar para consumir alcohol después de ser operado?

¿Cuáles son los alimentos que ayudan a cicatrizar la herida de una manera más rápida?

¿Durante cuánto tiempo debo seguir la dieta después de la intervención?

Despejando estas incógnitas y siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de los especialistas sobre la adecuada alimentación, estará en el buen camino de una pronta recuperación.

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