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Cómo quemar más calorías andando…

Es la actividad más sencilla, barata y perfecta para perder peso al aire libre y en cualquier momento. Ideal para los que se quejan de falta de tiempo, media hora de paseo a ritmo vigoroso al día es mas que suficiente para lograr un buen estado físico sin apenas esfuerzo.

El “Smart walking” -el paseo de toda la vida- se ha convertido en una alternativa a la carreta que cuenta cada día con más adeptos.

Según estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, (Estados Unidos), mientras los tobillos son nuestros principales impulsores durante la carrera, el andar es la cadera la que realiza un mayor desgaste.

“Pasear durante un mínimo de 30 minutos al día es un ejercicio muy valioso para nuestro cuerpo. Si ampliamos el tiempo a una hora y añadimos algunas variaciones lograremos además mejorar considerablemente nuestro estado de forma y adelgazar”.

¿Cómo podemos obtener el máximo rendimiento de una caminata?

POSTURA: Camine erguido, con los hombros hacia atrás y relajados. El secreto para conseguirlo consiste en mantener activada la zona escapular y el abdomen. Mire hacia al frente y mantenga la barbilla despegada del cuello para evitar contracturas.

PISADA: Busque la máxima eficiencia en cada paso. Apoye el pie sobre el talón, deslícelo por el arco para terminar impulsándose con los dedos.

ABDOMEN: Active la musculatura profunda abdominal. Se trata de meter tripa, poniéndola dura, como si se fuera a proteger de un golpe. De esta manera, quemará más grasa.

BRACEO: Lo ideal sería mantener los brazos flexionados formado un ángulo de 90 grados y, de esa manera, moverlos hacia adelante y hacia atrás en alternancia. Si los deja caídos no sólo entorpecerán sus movimiento y frenan su avance, sino que puede provocar que se le hinchen las manos.

GLÚTEOS: Andar a un ritmo vigoroso es un ejercicio estupendo para endurecer los músculos del trasero. Aproveche cada zancada para juntarlos y apretarlos a tope, concentrando el trabajo más intenso en la pierna que queda atrás.

PULSÓMETRO: Esté atento a los mensajes que le envía el corazón. Vigile su pulsómetro para comprobar en qué momento se encuentra en zona de quemacalorías e intente permanecer en ella, sin sobrepasar sus límites.

INTERVALOS: Si se ve con fuerza de subir la intensidad, introduzca variaciones en su entrenamiento. Combine picos de mayor velocidad-incluso trote- con períodos más lentos para recuperar el aliento.

EQUIPACIÓN: Una de las grandes ventajas de caminar es que es una actividad física barata. Para practicarla, sólo se necesitan una buenas zapatillas, con una correcta amortiguación y refuerzos laterales. También es importante usar ropa técnica para que favorezca una correcta transpiración.

INTENSIDAD: Subir cuestas no sólo hace que aumente nuestra frecuencia cardíaca, aumentando la quema de calorías, sino que ayuda a fortalecer los glúteos y la parte trasera de los muslos y los gemelos.

LASTRES: Si busca un trabajo más intenso, métale un peso extra a su entrenamiento, pero olvídase de las tobilleras lastradas porque pueden dañar sus articulaciones. En su lugar los expertos recomiendan el uso de chalecos o mochilas. Otra opción válida sería andar con dos mancuernas de poco peso en cada mano.

BASTONES: Caminar con bastones nórdicos le ayudará a marcar el ritmo, mejorar su fondo físico y a potenciar el trabajo con el tren superior, especialmente con los brazos.

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